Rosquitos de anís sin gluten


¿Tenías ganas de volver en el tiempo a la cocina de tu abuela, tipo cuatro y media o cinco de la tarde, después de hacer los deberes, un día de otoño cuando el solcito se mete por la ventana y con toda la casa inundada del olor a algo dulce horneándose? No necesitas el Delorean del Dr. Brown. Te traje estas rosquitas de anís.
Mi abuela: -Rosquitos, niña. Como se han llamado toá la vida.

Tenía un paquete de anís en la heladera, que había comprado para mis clases de pastelería y solo usé tres gramos. Cada vez que lo miraba pensaba en rosquitos. Siempre vi cómo se hacían, y me enseñaron que eran con la masa de torta, pero ¨más durita¨. Solo  que a mi jamás me quedaron como se debe. Encontré una con la foto más igualita a los roscos de mi bisabuela… y la hice sin gluten. Mi intención era poner partes iguales de las tres: fécula de mandioca/yuca, de maíz y harina de arroz. Pero solamente tenía 40 gramos de esta última, y pensé: -pero todavía tengo la harina de las tortillas. Así es que usé esa, la harina nixtamalizada para las arepas y tacos (en casa se usa para hacer as tortillas manabitas). Quedó muy bien la consistencia. Y le agregue vino, para que quedaran máaaaas parecidos.
Ingredientes
40 g de harina de arroz
60 g de harina de maíz para arepas (podría ser polenta pero procesada para que quede fina)
120g de almidón de mandioca/yuca
120 g de almidón de maíz
100 g de aceite
100g de leche líquida (usé sin lactosa)
5 cdas. aprox. de vino blanco
2 cditas. de anís en grano 
1 cdita. de polvo de hornear
Pizca de sal
4 cdas de azúcar morena
Preparación.
*verificar que todos los ingredientes sean libres de gluten
1) Mezclamos el aceite, la leche, el azúcar y el anís. Reservar.
2) Mezclamos los secos: las harinas, el polvo de hornear y la sal.
3) Agregar los secos a los líquidos, mezclando con tenedor o batidor hasta que la consistencia nos avise que debemos mezclar con las manos.
4) Si la masa es muy seca, es el momento de agregar el vino, hasta que quede lisa, consistente, y no se pegue a las manos (se pegará si se pasan de la cantidad de vino). Hay que ir mirando, cuando se puedan formar bolas sin grietas, ya estará lista.
5) Formar las roscas con la mano. O con cortante.
6) Rebosarlas (apanarlas) con azúcar y canela. Y acomodarlas en una placa engrasada.
7) Hornear a temperatura media. Controlar que no se dore demasiado la base ya que quedarán un poco duras al enfriarse.
8) Sacarlas del horno, dejar enfriar y comer.

Yo no comí rosquitos solamente. Me reencontré con un momento de mi niñéz.


De todo corazón, espero que sus cocinas se inunden del aroma al anís.

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